Miguel Thomson ikerlari finak, ohi duen argitasunaz eta zehaztasunaz, Joaquin Gorrochateguik faltsutasuna “frogatzeko” darabiltzan argudio probabilistikoak hankaz gora jartzen ditu amaata-n. Hona hemen hasiera:
“Es obvio que no existe prueba alguna de que ninguno de los grafitos de Iruña-Veleia sea falso. Y ya no vale recurrir al tan socorrido, desgastado y sobradamente rebatido argumento de “Nefertiti”, grafito que además no fue declarado falso en ninguno de los informes encargados por la Diputación Foral de Álava, ni menos al descabellado e imaginario “Descartes”, lectura que se vieron obligados a rectificar dos de los autores que la propusieron. De la falta de pruebas de falsedad y la debilidad argumental en el análisis individual de las piezas, que no permitían dar el “jaque mate” definitivo a los hallazgos, ya fueron conscientes algunos miembros de la comisión de la DFA, lo cual les llevó a derivar hacia otra estrategia argumental, que es la de cuestionar la autenticidad del conjunto de los hallazgos más que la de las piezas individuales. Esta estrategia queda reflejada en la afirmación de la latinista Isabel Velázquez de que “el problema es que no se trata de hechos aislados, que efectivamente podrían haber sido, el problema es el conjunto” (1). En esta misma línea se halla el argumento probabilístico que se sacó de la manga el filólogo Joaquín Gorrochategui, convertido de pronto en matemático experto en probabilidad (2). El argumento puede resumirse del siguiente modo: no hay pruebas irrefutables de que ninguno de los grafitos, considerado aisladamente, sea falso con absoluta seguridad, pero la exagerada acumulación de rarezas que se da en Iruña-Veleia es tan sumamente improbable que equivale en la práctica a la imposibilidad del conjunto de los hallazgos.”